CÓMO UTILIZAR Y CONSERVAR LAS TRUFAS FRESCAS
Entre el mundo de las setas, la trufa es sin duda la más apreciada y la más cara, por lo que conviene saber cómo utilizar y conservar este preciado fruto de la naturaleza.
Como la trufa es muy delicada al estar compuesta principalmente de agua, si no se conserva bien, se corre el riesgo de tirarla, lo que sería una pena.
Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre cómo utilizar y conservar las trufas frescas.
MÉTODO DE CONSERVACIÓN DE TRUFAS FRESCAS
Como la trufa es un producto fresco, debe conservarse en el frigorífico, envuelta en papel de cocina o un paño de algodón en un recipiente hermético de cristal o plástico.
El papel o paño de cocina debe cambiarse cada 1/2 día para evitar que se mantenga demasiado húmeda.
Es muy importante no almacenar la trufa en arroz, un método de almacenamiento probablemente "demasiado antiguo", ya que el arroz tiende a absorber líquidos muy rápidamente, lo que provoca su desecación y, por tanto, la muerte de nuestras trufas.
Además, para que la trufa no se estropee rápidamente, es mejor guardarla sucia, con su propia tierra.
Precisamente dejándola manchada con su tierra podemos "alargar su vida" de 7 a 10 días después de su compra.
MÉTODO DE LIMPIEZA DE LA TRUFA FRESCA
Se recomienda lavar la trufa sólo cuando sea necesario con la ayuda de un cepillo (de cerdas suaves para las blancas y medias/duras para las negras) bajo un chorro de agua fría.
Podemos utilizar un cuchillo afilado si la eliminación de la tierra resulta difícil en algunos huecos de la trufa.
Una vez lavada, sécala bien con papel de cocina antes de usarla.
¿SE PUEDEN CONGELAR LAS TRUFAS FRESCAS?